martes, 21 de abril de 2009

Conociendo a Kubrick

Últimamente, el equipo de redacción de NSL, está tomando parte en un Ciclo Cinéfilo [terriblemente irregular en el tiempo, todo sea dicho] cuya misión es recuperar los clásicos que se nos han escapado a los componente de dicho ciclo, así como visitar películas más recientes, siempre que nos lleguen con las suficientes credenciales. Dicho ciclo me ha hecho revisitar a cierto realizador que tenía aparcado y por ello hoy voy a comentar cuatro de sus obras y las impresiones que dejaron en mí.

Que quede claro que no soy un experto en cine, y menos en la filmografía de Kubrick, así que lo que voy a contar, lo contaré desde la relativa ignorancia, que nadie se me escandalice [y si alguien se me escandaliza, que comente sobre ello ^_^].

2001 Una odisea en el Espacio

Fue mi bautismo con Kubrick. Una película que plantea alguna cuestión interesante, con una fotografía asombrosa y un ritmo... lento. Muy lento. No puedo decirlo de otra manera: es muy aburrida. Sorprende que una historia con robots psicópatas, viajes espaciales y prehomínidos pueda resultar tan coñazo, pero Kubrick lo consigue. En efecto: es un genio del cine.

Coñas aparte, reconozco [y me duele] que no entendí prácticamente nada de lo que estaba viendo cuando la vi, al margen de la trama de HAL 9000, por supuesto, y que, como digo, la peli se me hizo bastante pesada. Esto no quita que algo en ella me gustara: el cuidado depositado en sus escenas, la fotografía, HAL 9000... Después, al leer cosas sobre ella, mi opinión mejoró muy favorablemente y me asaltó una tímida curiosidad por el director, mezclada con sopor y pereza.... En cualquier caso, me parece que 2001 vale el esfuerzo de verla.

La Naranja Mecánica

Tardé cosa de uno o dos añitos en volver a atreverme con la siguiente película de Kubrick en mi lista particular y... buff...

No soy de esa gente que disfruta viendo a un grupo de perturbados que, escena tras escena, se dedican a vejar a otros seres humanos, así que el principio de esta película se me hizo muy molesto. Y no creo que en ningún momento se pueda decir que la película es disfrutable. Salvo cuando termina y piensas sobre lo que has visto. Sólo entonces puedes disfrutar de las grandes reflexiones que contiene y de la desgarradora forma en que Kubrick nos ha obligado a conocer a sus personajes.

Por mi parte, tras ver La Naranja Mecánica reforcé la cierta admiración que ya tenía hacia el realizador. Pero el sentimiento de pereza por sus películas también se vio aumentado.

Senderos de Gloria

Algunos años más tarde, comienza el Ciclo Cinéfilo del que hablaba al inicio del post. Su segunda película fue ésta. Y en pocas palabras, es una pequeña obra de arte. Una historia genial, una crítica aplastante, unas interpretaciones excelentes y un rodaje muy adelantado a su tiempo [estoy pensando en la escena del avance de las tropas francesas hacia el hormiguero]. Al menos desde mi punto de vista.

Ahora sí, gracias a Senderos de Gloria, me había convertido en un creyente...

¿Teléfono rojo? Volamos a Moscú

Otra de las joyas que cayeron en nuestro Ciclo fue la que sirvió para fortalecer mi opinión de Kubrick. ¿Qué decir de este hilarante canto a la paz? Una sátira afiladísima de un tema tan manido como es la Guerra Fría, que se nos cuenta con una sincera irreverencia y muchísima inteligencia. De las cuatro películas de esta lista, la que más me ha gustado.

Para el que no lo sepa, el título es una incomprensible traducción del original “Dr. Strangelove, or: How I Learn To Stop Worrying and Love the Bomb”. Ya nos vale.

Conclusiones

En realidad no son las únicas películas que he visto de Kubrick, pero sí las únicas de las que me atrevo a hablar con cierto criterio. Se puede apreciar que mi opinión de este clásico moderno ha viajado desde el sopor a la auténtica admiración. De hecho, hoy por hoy tengo ganas de volver a ver 2001 y prestar más atención a aquellos planos que en su momento me resultaron innecesariamente interminables y disfrutar de ellos...

3 comentarios:

Alejandro Atienza Ramos dijo...

Si crees que esas películas de Kubrick son lentas, te reto (¡dos veces!) a que veas Barry Lyndon...

La sensación que te da es la de estar viendo un cuadro. Es la película más soporífera que jamás ví; sólo por conocerlo, deberíamos llevarla al ciclo cinéfilo (yo ese día tendré algo importante que hacer :P)

Alex dijo...

La Naranja Mecánica es una película imprescindible, Senderos de Gloria también.
Y 2001 está sobrevalorada. Es una película pretenciosa, que resulta, por momentos, ridícula.

Raúl dijo...

Los conejos suicidas homenajean a Kubrick